Conmoción por el vestido de novia de Teresa Urquijo, la ya esposa del alcalde de Madrid Martinez Almeida
Por fin ha sido revelado el secreto mejor guardado: el vestido de novia de Teresa Urquijo en su boda con José Luis Martínez-Almeida. Sin hacer esperar mucho a su prometido y a los 500 invitados, la joven abogada llegó, como manda la tradición, unos minutos después de la puntualidad británica y en compañía de su orgulloso padre, quien, algo nervioso al igual que ella, no dudó en ayudar a su hija a descender del coche. Con una sonrisa nerviosa y el brillo en los ojos, Teresa sorprendió con un vestido de lo más luminoso gracias a la tela de lamé plateado con la que fue confeccionado.
Cabe recordar que hace apenas un par de meses, la novia tomó la decisión de cumplir con el legado familiar llevando en su gran día el imponente vestido de novia que primero lució su abuela Teresa de Borbón-Dos Sicilias y posteriormente su madre, Beatriz Moreno Borbón-Dos Sicilias. Un diseño que, sin embargo, la novia decidió modificar confiando en las expertas manos de Cristina Martínez Pardo, alma creativa de Navascués y su equipo. Con ilusión, el atelier aceptó el encargo para lo que sería una de las grandes bodas de la temporada.
Este fue un auténtico reto, ya que tenían que llevarlo a cabo en tiempo récord. Si normalmente las novias se citan con sus modistas hasta siete meses antes del enlace, Teresa lo hizo con apenas unas semanas. Sin embargo, una vez más, sobresalieron en el desafío. La novia deseaba un diseño sencillo y atemporal, clásico pero sin estridencias, y, sobre todo, uno que no la hiciera sentir disfrazada. Con un estilo marcado en el que la sobriedad es quizás su mayor distintivo, Teresa estaba radiante con el diseño.
El vestido tenía un corte recto y mangas abullonadas, con detalles que remataban con una larga cola perfecta para la iglesia en la que se celebraba la ceremonia. Cuanto más largo es el camino hacia el altar, más larga puede ser la cola. El vestido estaba realizado en brocado Jacquard hilo de plata de línea recta, con corte en talle alto, cuello con bies en rulo y mangas abullonadas. La cola era independiente, realizada en gazar y garza de seda natural bordada en hilo de plata, en consonancia con el Jacquard. El velo estaba hecho de tul de seda natural.
El look fue rematado, tal como estaba previsto, con un velo de tul ilusión, el más clásico entre los clásicos, y una joya familiar llena de historia. Una pieza especial que la hacía sentir ella misma en su gran día. En el altar, esperaba nervioso su prometido, José Luis Martínez-Almeida, quien poco antes había llegado a la iglesia con su mejor sonrisa y acompañado de su hermana mayor, Casilda, luciendo un discreto chaqué gris marengo confeccionado por la sastrería de Joaquín Fernández Prats. No fue la única que confió en Navascués. La madrina del enlace, Casilda Martínez-Almeida, también se entregó a las expertas manos del equipo de Navascués para este día.
Para la ocasión, Casilda se decantó por un vestido en drap de seda natural rojo con bieses formando flor en los puños. Como la única que, por protocolo, podía vestir de largo, no dudó en recurrir a ellas para que pusieran manos a la obra. Después de todo, conocen bien a las hermanas, dado que son familia. Al final, todo queda en casa.