Poco se ha sabido de Toño Sanchís desde su desaparición del escenario mediático luego de su enfrentamiento con Belén Esteban. En otro tiempo, eran íntimos amigos, llegando incluso a considerarse como hermanos. Así lo afirmaba la conocida figura televisiva, quien llegó a asegurar que el representante de famosos figuraba en su testamento. La relación entre ambos estaba cimentada en la confianza y en una exitosa colaboración que se traducía en numerosas apariciones televisivas, generando importantes ingresos para ambos. Sin embargo, esta asociación llegó a su fin cuando Esteban comenzó a percibir discrepancias en la gestión de sus finanzas por parte de Sanchís.
La desconfianza comenzó a apoderarse de Belén Esteban en 2015, lo que la llevó a solicitar una revisión exhaustiva de todas sus cuentas por parte de auditores profesionales. El hecho de que Sanchís, según la versión de Esteban, se demorara en entregarle algunas facturas solo aumentaba su intranquilidad. Como consecuencia de esta situación, la lista de clientes representados por Sanchís se redujo significativamente. Antes de la polémica, figuras como Terelu Campos, Ylenia Padilla, Kiko Matamoros, Boris Izaguirre o Bibiana Fernández confiaban en él para gestionar sus intereses, pero tras el testimonio de Esteban, muchos de ellos optaron por rescindir su relación profesional con el representante.
En medio de esta controversia, Toño Sanchís se ha visto en la necesidad de reinventarse, como él mismo ha confesado a 'Europa Press'. Se muestra satisfecho con su nueva faceta como productor de teleseries, alejado del escrutinio mediático y disfrutando de una tranquilidad que antes le era esquiva. Reconoce que la derrota judicial contra Belén Esteban ha marcado un antes y un después en su vida, pero se muestra optimista y seguro de su camino profesional.
A pesar de las dificultades, Sanchís no pierde la empatía y advierte sobre el peligro de alegrarse del infortunio ajeno, recordando que siempre regresa de alguna forma. Expresa su deseo de éxito para todos, aunque reconoce que no siempre ha sentido que le desearan lo mismo a él. Subraya la importancia de mantener la claridad de mente y de seguir adelante, dejando atrás los resentimientos y enfocándose en el presente y en el futuro.
En resumen, la historia de Toño Sanchís y Belén Esteban es un recordatorio de cómo las relaciones personales y profesionales pueden verse afectadas por la desconfianza y los desacuerdos financieros. Sin embargo, también es un ejemplo de cómo la adversidad puede llevar a la reinventarse y a encontrar nuevas oportunidades en momentos de cambio y transformación.