Cari Lapique se desmaya en el aeropuerto de camino al tanatorio de su hija Caritina Goyanes


Cari Lapique ha vivido uno de los momentos más devastadores de su vida al enterarse del repentino fallecimiento de su hija mayor, Caritina Goyanes, a causa de un paro cardiaco a los 46 años. Caritina, quien estaba en Marbella preparando unas vacaciones con su esposo y sus hijos, sufrió este fatal incidente que ha dejado a su familia sumida en el dolor.


Cari, quien se encontraba en Mallorca con su hermana Myriam, al recibir la noticia, no pudo reprimir el llanto ni contener el impacto emocional de la pérdida. La noticia fue un golpe devastador para ella, dejándola incapaz de hablar y completamente destrozada. De inmediato, Cari decidió tomar el primer vuelo disponible hacia Málaga para reunirse con sus seres queridos y comenzar el doloroso proceso de despedida.


A su llegada al aeropuerto de Málaga, Cari fue vista profundamente afectada, caminando por los pasillos de la terminal con la mirada oculta detrás de unas gafas de sol, intentando procesar el doloroso hecho. La apoyaban en todo momento su hermana Myriam y su sobrina política, Carla Vega-Penichet, quienes se encontraban a su lado para darle consuelo y apoyo en este momento tan difícil. Ambas mujeres mostraban una gran tristeza, reflejando el inmenso dolor que embargaba a toda la familia.



Junto a ellas, también se encontraba Carlos Cortina, sobrino de Cari y primo de la fallecida, quien caminaba unos pasos por delante, visiblemente afectado por la tragedia familiar. Carlos, que recientemente se había convertido en padre por primera vez, también mostraba el impacto que la muerte de Caritina había causado en toda la familia.


El grupo se dirigió al furgón que las llevaría al tanatorio de San Pedro de Alcántara, donde se esperaba que comenzaran los actos fúnebres. La tristeza y la desolación eran palpables, mientras todos trataban de asimilar la pérdida de una madre, esposa, hija y hermana, cuyo fallecimiento repentino ha dejado un vacío irreparable en sus vidas.


Este momento de dolor refleja la cruda realidad de la muerte inesperada, que no solo arrebata a una persona querida, sino que también destroza emocionalmente a quienes quedan atrás, obligándolos a enfrentarse a una nueva realidad marcada por la ausencia y el luto. Cari Lapique, apoyada por su familia, ahora enfrenta el desafío de navegar por este inmenso dolor mientras trata de honrar la memoria de su hija y encontrar la fortaleza para seguir adelante.