En una reciente edición de "Supervivientes", se vivió uno de los momentos más conmovedores hasta la fecha, marcado por la visita sorpresa de Ana Herminia, la pareja de Ángel Cristo. La emoción alcanzó su punto culminante cuando Ángel, visiblemente emocionado, aprovechó la ocasión para proponerle matrimonio en directo, un gesto que no solo sorprendió a la audiencia sino que también añadió un toque romántico a la aventura de supervivencia.
El propio Ángel confirmó ante las cámaras que había obtenido el permiso del padre de Ana para llevar a cabo la propuesta, revelando que planeaban casarse en Honduras según el rito garífuna. Este anuncio fue discutido al día siguiente en el programa "Vamos a ver", donde Pepe del Real comentó que había contactado a Bárbara Rey, la madre de Ángel, para conocer su reacción ante la noticia.
Bárbara expresó su alegría al ver a su hijo tan contento, aunque no compartía la misma opinión sobre Ana Herminia, su futura nuera. Describiéndola como una "falsa total", Bárbara criticó la actitud de Ana, sugiriendo que sus muestras de afecto hacia Ángel solo ocurrían cuando las cámaras estaban en directo. Según Bárbara, cuando la pareja estaba sola, no mostraban la misma efusividad, pero la situación cambiaba drásticamente cuando sabían que estaban siendo observados por el público.
"Cada vez que estaban ellos hablando solos no se besaban, pero cuando conectaban con Carlos Sobera... ahí empezaba ella a darle besos", señaló Bárbara, cuestionando la sinceridad de Ana. Imitando el comportamiento de Ana, Bárbara añadió con una mezcla de sarcasmo e indignación: "La gilipollas... Parece que mi hijo fuera tonto del culo y tuviera medio año. Así le habla, eso lo hacía también aquí".
A pesar de sus críticas hacia Ana, Bárbara también utilizó el humor para comentar sobre su papel en la boda futura de la pareja, bromeando sobre los detalles de su atuendo para el evento. "Tengo preparada la peineta y la mantilla para ir de madrina de la boda. La pena es que, con la arena, no voy a poder llevar tacones. Pero, en fin, me acostumbraré", declaró, mostrando su disposición a apoyar a su hijo en este importante paso, a pesar de sus reservas personales hacia Ana.
Este episodio en "Supervivientes" no solo subraya la intensidad emocional y las complejidades interpersonales que pueden surgir en contextos extremos, sino también cómo estas situaciones son percibidas y comentadas por familiares y el público, ofreciendo un vistazo a las dinámicas personales y mediáticas que confluyen en este tipo de programas de televisión.