Beatriz es una figura destacada en el panorama televisivo de Mediaset, especialmente desde que asumió la conducción de "DeViernes", un espacio dedicado al mundo del corazón que comparte con Santi Acosta en el prime time de Telecinco. Sin embargo, poca información se conoce sobre su vida fuera de los platós de televisión.
Originaria de Tarragona pero con raíces manchegas, Bea siempre tuvo el sueño de trabajar en la televisión. Tan pronto como terminó sus estudios universitarios, hizo realidad ese anhelo. Después de desempeñarse en varias redacciones, en el año 2015 se le presentó una gran oportunidad al unirse al equipo de "El programa de Ana Rosa". Inicialmente contratada para cubrir una baja, su talento no pasó desapercibido y pronto le ofrecieron la oportunidad de sustituir a Joaquín Prat y Patricia Pardo durante el verano. Fue entonces cuando comenzó a destacar frente a las cámaras, lo que finalmente la llevó a conducir programas como "TardeAR" y posteriormente "DeViernes".
Pero más allá de su faceta profesional, Beatriz es una mujer común y corriente. A sus 40 años, está casada y es madre de dos niños, Gabriel y Leo, de 3 y 5 años respectivamente. Su alegría de vivir es evidente en cada aspecto de su vida.
Su esposo, Carlo Danza, es italiano y comprende perfectamente el trabajo de Bea, ya que también se dedica al mundo de la comunicación. Es un experto en marketing y dirige una empresa de representación de influencers, donde cuenta con clientes tan reconocidos como Cristina Pedroche, Lorena Castell, Jorge Cremades, Susi Caramelo, Marta Riumbau, Dani Mateo o Marta Torné. Juntos forman un equipo sólido y comparten una pasión por los viajes, especialmente a destinos como Ibiza, así como por pasar tiempo de calidad con sus hijos y disfrutar de momentos románticos juntos. Bea confesó en una entrevista reciente que fue a Carlo a quien primero le comunicó la oferta de presentar "DeViernes". Según sus propias palabras: "A la primera persona que llamé fue a mi chico, a Carlo, que tenía que estar informado porque sus viernes iban a cambiar, como los míos. Él sabe de los momentos duros de un periodista, que tiene momentos muy complicados, madrugones, trabajar a deshoras y fines de semana. Es un regalo trabajar de periodista, pero es duro y creo que era la primera persona que merecía saberlo".
Con respecto a sus hijos, Bea no puede ocultar su orgullo de madre. Dedica todo el tiempo posible a estar con ellos, aunque en ocasiones la ven en la televisión. Según cuenta, "Son graciosos porque ellos ya lo han normalizado. Me dicen: 'Mamá, te vas a la tele a trabajar'". El cambio de horario que experimentó este año, pasando de las mañanas a las tardes y luego a las noches, representó un ajuste en su vida familiar y laboral, como suele suceder con cualquier madre o padre trabajador. Sin embargo, sus hijos encuentran divertido el hecho de que aparezca en la televisión, aunque no comprendan del todo en qué consiste su trabajo.