La situación que atraviesa María del Monte y su familia en estos momentos se ha vuelto sumamente complicada y difícil. El sobrino de la cantante, Antonio Tejado, ha sido ingresado en prisión preventiva bajo la sospecha de ser el presunto cerebro detrás de una trama de robos en la vivienda de la artista, así como de pertenecer a una banda criminal dedicada al robo de residencias de lujo en Sevilla. Este giro inesperado ha dejado a la artista visiblemente afectada, quien ha compartido sus primeras palabras después de la detención. Además, la situación ha llevado a la reaparición de Rosario Mohedano, expareja de Antonio Tejado y madre de su hijo, en medio de este escándalo, lo que ha provocado no solo un golpe para la intérprete de "Cántame", sino también para todo el círculo cercano del detenido.
La historia de Rosario Mohedano y Antonio Tejado se remonta a una relación sentimental en el pasado. La hija de Rosa Benito y Amador Mohedano mantuvo una relación con Tejado durante aproximadamente dos años, tiempo durante el cual tuvieron un hijo en común, Antonio, quien actualmente es un adolescente de 15 años. Su romance se inició después de que ambos participaran en el programa "La tarde con María", presentado por María del Monte, en 2007. Al ser conocidos desde la infancia y con sus familias también siendo conocidas entre sí desde hace años, no fue necesario ningún tipo de presentación formal.
El nacimiento de su hijo en común, Antonio, marcó un hito en la relación de Rosario y Antonio. A pesar de no haber planeado formalizar su unión en matrimonio en aquel momento, ambos estaban enfocados en la próxima llegada del bebé y en compartir juntos el proceso de gestación. Rosario y Antonio dieron la bienvenida a su hijo el 14 de noviembre de 2008 en el Hospital Universitario Virgen de la Macarena en Sevilla, llenando de alegría a ambas familias. La emoción y felicidad eran evidentes, especialmente para Rosa Benito, quien expresó su gran alegría en ese momento.
Sin embargo, la alegría pronto se vio eclipsada por la ruptura de la pareja apenas tres meses después del nacimiento de su hijo. Rosario Mohedano anunció la separación entre lágrimas, revelando que ella se había trasladado a Chipiona junto a sus padres poco después del quiebre de la relación. Aunque inicialmente no cerró la puerta a una posible reconciliación, esta nunca llegó a materializarse. Se declaró aún enamorada del padre de su hijo, aunque reconoció que la relación había terminado debido a la infidelidad por parte de Tejado. Esta situación llevó a un cruce de acusaciones entre ambos, lo que eventualmente puso fin a cualquier posibilidad de una relación amistosa.
Después de la separación, cada uno siguió su camino por separado. Rosario rehizo su vida junto a Andrés Fernández, padre de sus otros dos hijos, Alejandra y Andrés. Mientras tanto, Antonio Tejado continuó su vida sentimental con la influencer y farmacéutica Samara Terrón. Sin embargo, los recientes acontecimientos han vuelto a unir sus nombres en un contexto inesperado y desafiante.
Antonio Tejado fue detenido recientemente junto a otras siete personas por su presunta implicación en robos con violencia en diversas viviendas de Sevilla, incluida la residencia de María del Monte y su esposa Inmaculada Casal. La Guardia Civil ha señalado a Tejado como el autor intelectual de estos delitos, indicando que era el cerebro detrás de la operación, encargándose de seleccionar las casas objetivo y recopilar información sobre su distribución y posibles objetos de valor. Por el momento, tanto Tejado como los demás detenidos se han negado a declarar tanto ante la Guardia Civil como ante el juez, lo que añade una capa adicional de complejidad a la situación.
Este revés en la vida de Antonio Tejado, el sobrino más mediático de María del Monte, ha generado un gran impacto tanto para él como para su entorno familiar y cercano. La noticia ha sacudido no solo la tranquilidad de María del Monte y su familia, sino también ha puesto de manifiesto una vez más los desafíos y obstáculos que pueden surgir en la vida de las personalidades públicas y sus seres queridos. La situación sigue evolucionando y solo el tiempo dirá cómo se resolverán las implicaciones legales y personales de estos acontecimientos.