Este miércoles, lamentablemente, se confirmó el fallecimiento de César Alierta, ex presidente de Telefónica, a la edad de 78 años. La noticia se dio a conocer desde la Clínica Quirón Salud de Zaragoza, donde Alierta perdió la vida a causa de complicaciones derivadas de una pulmonía, según informaron fuentes cercanas. La partida de Alierta marca el fin de la trayectoria de una de las personalidades empresariales más destacadas de principios del siglo XXI.
En el ámbito sentimental, César Alierta fue conocido por su relación con Isabel Sartorius, de 58 años, quien fue uno de los primeros amores del actual rey de España, Felipe VI. La relación entre Alierta y Sartorius duró cinco años, pero llegó a su fin de manera definitiva en otoño de 2023, hace apenas unos meses. Esta separación puso fin a un vínculo que ya había experimentado un paréntesis en 2021, cuando la pareja decidió tomar caminos separados. La pandemia, que los obligó a vivir separados, afectó su relación, pero intentaron reconstruir al menos su amistad una vez que la situación volvió a la normalidad.
Isabel Sartorius, tras dejar sus trabajos para la Fundación Telefónica, optó por un retiro voluntario de la vida social, disfrutando de un romance tranquilo y discreto con César Alierta. La pareja compartió momentos de intimidad en un piso del barrio de Chamberí en Madrid, donde Sartorius se instaló después de abandonar su anterior residencia en la calle Miguel Ángel. La relación entre Alierta y Sartorius generó cierta controversia entre los sobrinos del empresario, con quienes mantenía fuertes lazos familiares. Aunque el distanciamiento fue amistoso, algunos familiares expresaron su preocupación de que la relación pudiera afectar la relación de los sobrinos con su tío tanto en el ámbito familiar como económico. A pesar de esto, Alierta continuó siendo un amigo protector para Isabel, brindándole apoyo y cuidados, incluso después de su separación.
Después de la ruptura, Isabel Sartorius cambió su residencia de Chamberí a un piso más pequeño, llevando una vida más tranquila y solitaria. Cuenta con el apoyo de Nora de Liechtenstein, segunda esposa de su padre Vicente Sartorius, marqués de Mariño, ya fallecido. Además, cuenta con la cercanía afectuosa de su hermano Luis Sartorius, empresario del sector de la hostelería, y de Teresa, su hermanastra, fruto del matrimonio de su padre con la princesa Nora. El apellido Alierta, que ahora adquiere aún más relevancia en Aragón, tiene una historia ligada a la ciudad. Cesáreo Alierta, padre de César, fue alcalde de Zaragoza y presidente del Real Zaragoza. Durante su mandato, se construyó el estadio de La Romareda, una calle y un colegio que llevan su nombre.
Tras la muerte de Cesáreo Alierta en 1974, César Alierta heredó propiedades en Zaragoza, incluyendo dos pisos en la calle Teniente Coronel Valenzuela y una participación en un garaje en la Avenida de Navarra, compartido con sus cuatro hermanos. Además, posee tierras en Puerta de San Pedro desde 1976, así como terrenos en Bujaquera de Río de Lierda y una heredad en Canfranc. A pesar de haber vivido en Madrid durante gran parte de su vida, César Alierta no tenía propiedades a su nombre en la capital. Con su esposa Ana Cristina Placer, fallecida en 2015, residieron en la calle Abelló y luego en Aravaca, aunque la propiedad no estaba registrada a su nombre. La muerte de su esposa fue un golpe duro para Alierta, quien encontró un importante apoyo en Javier Placer, su sobrino, a quien incorporó a Telefónica para liderar el área de innovación. César Alierta, un referente en el mundo empresarial, deja un legado significativo que ha dejado huella en la historia de Telefónica y en la comunidad empresarial en general.