En una inesperada transformación, Ana Rosa Quintana dio un giro radical a la temática de su programa 'TardeAR' el pasado lunes, 13 de noviembre. En lugar de mantener el tono habitual, el programa se convirtió en una tertulia política centrada en las manifestaciones del domingo en diversos lugares de España, provocadas por el acuerdo entre el PSOE y el partido de Puigdemont para la investidura de Pedro Sánchez.Este cambio de contenido no pasó desapercibido y generó críticas tanto por parte de la audiencia como de los observadores de la industria televisiva. Se argumenta que esta decisión no se alinea con el perfil de Telecinco ni con lo que se espera en la cadena. La audiencia, según las opiniones expresadas, está fatigada de este tipo de formatos, percibidos como una reproducción de lo que se hace por la mañana, como si la creatividad estuviera ausente. Sin duda, un enfoque que se considera limitado.
Además, se señala un cierto histrionismo en el tratamiento del tema, considerado incompatible con la franja horaria vespertina, y se destacan datos imprecisos proporcionados por Ana Rosa Quintana. Entre ellos, la afirmación de que más del 50% de los socialistas en el PSOE no están de acuerdo con la amnistía, cuando las bases la han respaldado en un 87%, y que el descontento de los votantes no alcanza el 40%.No se puede pasar por alto que esta incursión en el terreno político contradice la afirmación previa de los responsables de Mediaset, quienes prometieron que 'TardeAR' no sería un programa de corte político. La realidad ha demostrado lo contrario, generando cierta controversia sobre la honestidad en la comunicación previa.
🟡GRAN BRONCA DE SONSOLES ÓNEGA A DIEGO ARRABAL EN ANTENA 3:
La audiencia, en última instancia, ha expresado su opinión con el poder democrático que le confiere el control remoto. 'TardeAR', el presunto infoshow del siglo XXI destinado a revolucionar la televisión, ha experimentado una disminución significativa en sus índices de audiencia. En comparación con 'Sálvame', que solía ocupar esa franja horaria, 'TardeAR' ha perdido entre tres y cinco puntos en términos de audiencia. A pesar de los esfuerzos de la cadena por mejorar los datos, como recortar el final del programa para evitar un bloque publicitario, 'TardeAR' sigue cosechando cifras modestas, con índices de un solo dígito en cada emisión. El lunes pasado, el programa registró su peor inicio de semana histórico con un 9,4% y menos de 800 mil espectadores.
Esta inclinación hacia los contenidos políticos ha generado una respuesta negativa por parte de la audiencia en un momento en el que la polarización es considerada altamente peligrosa para la situación de crisis que enfrenta Telecinco. 'TardeAR' ha tenido dificultades para competir con otros programas en la misma franja horaria, como el de Sonsoles Ónega (12,2%) y 'La Promesa' (11,5%). En consecuencia, la decisión de introducir cambios tan drásticos en el contenido del programa ha sido etiquetada como una decisión empresarial cuestionable y desacertada.