En una reciente aparición en el programa de televisión "¡De viernes!" de Telecinco, Ana Herminia Illas se vio en la necesidad de enfrentar y desmentir los rumores que la vinculaban sentimentalmente con Finito de Córdoba, esposo de Arantxa del Sol. Estos rumores, que habían cobrado fuerza en el entorno mediático, fueron tajantemente rechazados por Ana Herminia, quien quiso aclarar públicamente que su relación con el torero no era más que una amistad de largo recorrido.
La controversia surgió cuando Ángela Portero, una de las colaboradoras del programa, interrogó a Ana Herminia acerca de los susurros y chismes que circulaban sobre un supuesto romance pasado con Finito de Córdoba. Ana Herminia, defensora de Ángel Cristo en el reality "Supervivientes", no tardó en identificar la fuente de la confusión: un malentendido potenciado por el periodista Kike Calleja y por la distorsión de la comunicación entre los involucrados.
Ana Herminia reveló que en una conversación informal durante un corte publicitario, Kike Calleja la abordó directamente sobre estos rumores, preguntándole cuándo se decidiría a hablar sobre su supuesta relación con Finito. La sorpresa de Ana Herminia ante tal pregunta fue evidente, ya que, según ella, no tenía ni idea de a qué se refería el periodista. Explicó que en el contexto de "Supervivientes", donde las condiciones extremas y el aislamiento pueden dar lugar a malentendidos y rumores, la historia de un romance con el marido de Arantxa del Sol había tomado una dimensión inesperada y totalmente infundada.
Más allá de desmentir estos rumores, Ana Herminia también ofreció detalles sobre cómo esta situación estaba afectando a las personas cercanas a ambos. Según su relato, se habían llegado a mencionar supuestas pruebas de encuentros en hoteles, algo que complicaba aún más la situación y que afectaba emocionalmente a las familias de ambos, incluidos los niños de Juan y su propia hija.
En su defensa, Ana Herminia enfatizó que su última interacción personal con Juan había sido hace tres años y que desde entonces, su relación se había limitado a conversaciones esporádicas por teléfono. Aclaró que estos contactos eran meramente amistosos y que había un gran cariño mutuo, pero nada más allá de eso.
Con firmeza, Ana Herminia pidió a Arantxa del Sol que se involucrara directamente para esclarecer las cosas con su esposo, sugiriendo que había manipulaciones y malentendidos alimentados por terceros, específicamente en relación con una supuesta intervención en el programa para discutir este tema, algo que ella negó categóricamente. La situación, según Ana Herminia, era un claro ejemplo de cómo los rumores y las medias verdades podían terminar dañando las relaciones personales y familiares, causando dolor innecesario a los afectados.
Finalmente, Ana Herminia concluyó su intervención en el programa estableciendo que tanto Arantxa como Ángel eran víctimas de este "teléfono roto" que había distorsionado la realidad hasta el punto de crear un escándalo mediático sin fundamento. Su declaración no solo buscaba limpiar su nombre y el de Juan, sino también apelar a la sensibilidad del público y de los medios para manejar con mayor cuidado y respeto la información que concierne la vida privada de las personas, especialmente cuando esta puede tener repercusiones serias en sus vidas personales y familiares.
Este episodio en "¡De viernes!" dejó en evidencia cómo las celebridades a menudo tienen que navegar a través de las complicadas aguas de la fama, donde los rumores y las especulaciones pueden proliferar rápidamente y causar estragos en su vida privada. También mostró la importancia de la comunicación directa y transparente para resolver malentendidos y reiteró la responsabilidad de los medios y del público en general de buscar la verdad antes de perpetuar historias que pueden no tener ningún fundamento real.