Una vez más, Antena 3 ha depositado su confianza en la carismática dupla conformada por Cristina Pedroche y Alberto Chicote para llevar a cabo la presentación de las tradicionales Campanadas desde la emblemática Puerta del Sol de Madrid. En esta ocasión, la pareja televisiva se encargó de despedir el año 2023 y dar la bienvenida al 2024, compartiendo este significativo momento con la audiencia que optó por seguir la transmisión a través de la principal cadena de Atresmedia, participando así en la simbólica tradición de tomar las uvas en la medianoche de fin de año.
La semana previa al evento, tanto la presentadora como el reconocido chef se involucraron activamente en la promoción de las Campanadas, participando en diversos programas pertenecientes al grupo de comunicación, abarcando tanto Antena 3 como La Sexta. En particular, el jueves, hicieron una aparición en el plató de 'Y ahora, Sonsoles', donde compartieron algunos detalles reveladores acerca de la esperada transmisión. En este contexto, Cristina Pedroche volvió a acaparar la atención mediática, y no precisamente por su labor como presentadora, sino por la expectación generada en torno a su elección de vestuario. Aunque mantuvo cierto secretismo sobre los pormenores de su atuendo para las Campanadas, la presentadora, originaria de Vallecas, adelantó que en esta ocasión su vestimenta sería de múltiples colores y destacó que tendría vida propia. Alberto Chicote, por su parte, compartió una peculiar condición que su compañera estableció como innegociable para aceptar la responsabilidad de dar las Campanadas: "Hace diez años que no me como las uvas. Es una cosa que es innegociable, (Cristina) se come las uvas y yo las cuento".
En una intervención en 'Joaquín. El novato', Cristina Pedroche reveló las dos condiciones que impuso a sus superiores cuando le ofrecieron por primera vez la oportunidad de presentar las Campanadas, una década atrás. La primera condición era la libertad para elegir su vestimenta de manera autónoma, una manifestación de su estilo personal y su deseo de expresarse a través de la moda. La segunda condición tenía un componente más personal y arraigado en su identidad: quería participar en la San Silvestre, una carrera popular que se celebra el último día del año en su barrio natal, un gesto que refleja su amor por correr y su conexión con su entorno.
Para la despedida del año 2023, Cristina Pedroche optó por un atuendo que rindió homenaje a la naturaleza. Su primer conjunto, más abrigado, estaba confeccionado con lana cien por cien reciclada, incorporando elementos como amaranto y capuchinas, elementos que simbolizan un tributo a la "madre naturaleza". En un instante previo a las doce campanadas, la presentadora se despojó de esta prenda para revelar la que llevaba debajo, destacando que estaba elaborada en un 80 por ciento de agua y era biodegradable. Este cambio de vestuario no fue solo una transición estética, sino una oportunidad para transmitir un mensaje de conciencia ambiental. Cristina Pedroche aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la importancia del agua, proclamando que "sin agua, no hay futuro para nuestros hijos e hijas", y enfatizando la responsabilidad colectiva de preservar el planeta para las generaciones venideras.
En este contexto, la elección consciente de materiales sostenibles y el énfasis en la preservación del agua emergen como aspectos destacados, más allá de la tradicional expectación mediática en torno al vestuario de Cristina Pedroche. Su participación en las Campanadas va más allá de un papel puramente mediático; se convierte en una plataforma para transmitir mensajes significativos relacionados con la moda sostenible y la responsabilidad ambiental. La presentadora, al utilizar este espacio televisivo para abordar temas relevantes, demuestra una conexión más profunda con su rol mediático, fusionando el entretenimiento con la conciencia social.