Rocío Carrasco desempeñó un papel fundamental en el proceso de adopción de sus hermanos, Gloria Camila y José Fernando, convirtiéndose en una pieza clave que facilitó la realización del sueño de sus padres, Rocío Jurado y José Ortega Cano, de convertirse en padres. Esta revelación se hizo evidente en la cuarta entrega de la serie documental de Rocío Carrasco, donde compartió detalles íntimos sobre el año 1999, un periodo lleno de altibajos emocionales en su vida. La relación actual entre Rocío Carrasco y sus hermanos ha experimentado un deterioro significativo, atribuible a los conflictos continuos que han surgido tras el fallecimiento de Rocío Jurado, quien jugó un papel crucial en la vida de la familia. Este distanciamiento también ha afectado la conexión entre Rocío Carrasco y sus hermanos, especialmente con Gloria Camila, quien reveló en una entrevista en el programa "Volverte a ver" en 2020 que su relación con su hermana mayor es prácticamente inexistente en la actualidad.
Sin embargo, este distanciamiento contrasta con el papel esencial que desempeñó Rocío Carrasco en la adopción de sus hermanos en el año 1999. Durante este período, Rocío Jurado y José Ortega Cano vieron cumplido uno de sus mayores anhelos al convertirse en padres, gracias a la contribución significativa de Rocío Carrasco. La empresaria reveló que el año 1999 fue un periodo de altibajos en su vida, marcado por su separación de Antonio David Flores y el posterior inicio de su relación con su actual esposo, Fidel Albiac. A pesar de las turbulencias personales, Rocío Carrasco se mostró emocionada y feliz por la adopción de sus hermanos, Gloria Camila y José Fernando.
Rocío Carrasco compartió detalles sobre su participación crucial en el proceso de adopción, revelando que fue ella quien firmó los documentos necesarios para que Rocío Jurado y José Ortega Cano pudieran traer a los niños a España. Su firma tenía un propósito importante: respaldar a sus padres en caso de que algo les sucediera, asegurando que los niños recibirían la atención adecuada. La participación de Rocío Carrasco en este proceso de adopción fue esencial debido a su edad y capacidad para respaldar legalmente a sus padres. La empresaria explicó que, por razones de edad, Rocío Jurado y José Ortega Cano necesitaban la firma de alguien que garantizara el cuidado adecuado de los niños en caso de que algo les ocurriera. Rocío Carrasco cumplió con este papel, firmando los documentos necesarios para asegurar el bienestar de Gloria Camila y José Fernando.
La historia culminó en diciembre de 1999, cuando Rocío Jurado y José Ortega Cano presentaron oficialmente a sus hijos adoptivos, Gloria Camila y José Fernando, junto a los hijos biológicos de Rocío Carrasco, Rocío y David Flores. Este momento marcó la realización de un sueño y la consolidación de la familia, aunque los eventos posteriores han arrojado sombras sobre la relación actual entre Rocío Carrasco y sus hermanos. Rocío Carrasco también compartió una anécdota divertida sobre su hija Rocío Flores, quien, tras la adopción, expresaba el deseo de ser la "mamá de los dos". La niña creía que su tía, Gloria Camila, era más pequeña que ella, a pesar de la diferencia de edad. Esta anécdota refleja la dinámica familiar y el afecto que existía en ese momento particular de sus vidas.
En conclusión, la historia de la adopción de Gloria Camila y José Fernando revela la contribución invaluable de Rocío Carrasco en el proceso, a pesar de las complicaciones y conflictos que han afectado la relación entre los hermanos en la actualidad. El contraste entre el pasado y el presente ofrece una visión completa de la complejidad de las relaciones familiares y cómo los eventos pueden moldearlas a lo largo del tiempo.