Alessandro Salem, el máximo ejecutivo de Mediaset, ha experimentado una serie de desafíos y contradicciones en su intento por reformar la programación de la cadena. A pesar de sus declaraciones iniciales sobre la reorientación hacia una televisión más familiar y ética, la realidad en la parrilla televisiva contradice sus promesas. Este artículo examina cómo las acciones de Salem contradicen sus palabras y cómo sus decisiones han afectado a programas emblemáticos y a la programación en general de Mediaset.
El fracaso del blanqueo de Telecinco y el error de cancelar Sálvame
El plan original de Alessandro Salem para Mediaset buscaba redirigir la cadena hacia una programación más adecuada para toda la familia. Sin embargo, la parrilla televisiva actual refleja un panorama diferente. A pesar de las afirmaciones de Salem, la programación no solo no se ha vuelto más "blanca", sino que también ha llevado a peores resultados. Los programas que alguna vez estuvieron en la mira para ser eliminados o modificados siguen en la programación, lo que pone en duda la coherencia entre las palabras de Salem y sus acciones.
La introducción de un código ético que incluía la prohibición de hablar de política en horario vespertino parecía un intento por alejarse de temas controvertidos. Sin embargo, la inclusión de discusiones políticas en el magacín vespertino de Ana Rosa Quintana contradice esta iniciativa, dejando en claro la falta de consistencia entre lo que se predica y lo que se practica.
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Trágico verano en audiencias para Telecinco
Una de las decisiones más notables de Salem fue eliminar la llamada "telebasura" de Telecinco, lo que incluyó la repentina eliminación de programas como Sálvame en todas sus formas, incluyendo los formatos Deluxe. Jorge Javier Vázquez, un ícono de este tipo de programas, también fue retirado de la pantalla, aunque esta decisión se tomó sin previo aviso y sin considerar a los productores involucrados. Sin embargo, esta acción no resuena con la idea original de una televisión más "blanca", ya que fue reemplazada por programas que podrían considerarse igual de controvertidos.
El cambio de formato en el magacín vespertino, reemplazando La Fábrica de la Tele por un programa producido por Cuarzo y presentado por Sandra Barneda, ha dejado un sabor agridulce. Aunque el nuevo programa puede considerarse menos "telebasura", también ha demostrado ser menos creativo, menos divertido y menos eficaz en términos de audiencia. Esta transición no ha cumplido con la promesa original de mejorar la imagen de Mediaset.
Además, el regreso de Jorge Javier Vázquez a la pantalla de Telecinco desafía la supuesta eliminación de la "telebasura". El presentador ahora estará al frente de Cuentos Chinos, un programa que busca competir con Pablo Motos en el horario de máxima audiencia. Aunque la intención puede ser noble, la elección de ciertos colaboradores, como figuras del corazón y cómicos, plantea interrogantes sobre la calidad y el contenido del programa.
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Jorge Javier Vázquez, la única baza para resucitar las audiencias perdidas
Aunque Salem y Mediaset esperan que la llegada de Ana Rosa Quintana revierta la disminución en la audiencia y posicione a la cadena en una mejor posición, el panorama actual no es alentador. Los recientes datos de audiencia muestran que Telecinco ha caído incluso por debajo de su canal hermano, Cuatro, en el horario estelar. Si bien Salem minimizó la importancia de los resultados durante el verano, la realidad es que recuperar el liderazgo en audiencia será un desafío titánico.
La introducción de nuevos programas durante el verano no ha sido exitosa en términos de audiencia, pero el otoño presenta nuevas oportunidades para atraer al público y repartir el pastel publicitario. Sin embargo, la empresa debe abordar la contradicción entre sus declaraciones sobre eliminar la "telebasura" y sus acciones en la programación actual. Además, la iniciativa de crear un programa con Jorge Javier Vázquez como presentador sugiere que Mediaset aún considera viable el género que afirmaba querer desterrar.
La incertidumbre también rodea el nuevo formato Cuentos Chinos, que se espera compita con el programa de Pablo Motos. La dificultad de encontrar participantes dispuestos a ser entrevistados y las dudas sobre la calidad y la dirección del programa plantean interrogantes sobre su éxito potencial.
Las promesas de Alessandro Salem de transformar Mediaset en una televisión más "blanca" y ética han chocado con la realidad de la parrilla televisiva actual. La falta de coherencia entre sus declaraciones y sus acciones ha generado descontento entre el público y ha planteado dudas sobre la dirección de la cadena. La llegada de Ana Rosa Quintana puede ser un intento por recuperar el liderazgo en audiencia, pero la cadena enfrenta desafíos significativos para lograrlo. La contradicción entre las afirmaciones de Salem y la programación actual, así como los desafíos futuros, presentan un panorama complejo para Mediaset en su búsqueda por mantenerse relevante en la industria televisiva española.